Hemos decidido salir a las ventanas para aplaudir el esfuerzo de los Sanitarios, a los que añadimos otros profesionales, camioneros, soldados, policías, guardias civiles, empleados de supermercados, de farmacias, taxistas y otros que no voy a ser reiterativo al enumerar, pero que se esfuerzan y corren riesgos por hacernos la vida más fácil a los que nos hemos visto obligados a quedarnos en casa.

Tanto la iniciativa como el seguimiento diario me hacen pensar que, a falta de líderes que nos conduzcan con mano firme y claridad de ideas, siendo nuestros referentes en una situación de indefinición e indefensión como ésta, hemos necesitado identificar Héroes que nos ayuden a canalizar un sentimiento de pertenencia y unas necesidades de afecto que sentimos en la soledad del aislamiento. Salir a la ventana y aplaudir me produce un sentimiento de no estar solo en esta batalla, una corriente de afecto hacia alguien con quien nunca he hablado pero que está físicamente próximo a mi familia y ahora también próximo emocionalmente.

Cuando he visto la reacción emocionada de los Sanitarios en TV ante lo que suponían para ellos los aplausos, me he dado cuenta que la emoción y el afecto siguen siendo nucleares en nosotros.

José Luis Morte.