En los últimos días he tenido la oportunidad de ojear tres trabajos que, todo sea dicho, me parecen bastante serios y recomendables.


El primero es un informe reciente de Caixabank que recoge varios estudios que inciden en la advertencia del riesgo de pérdida de cientos de miles de puestos de trabajo si no se asumen las exigencias de la ya llamada cuarta revolución industrial.


El segundo es un estudio de Randstad, en el que advierte de la brecha insalvable del grado de conocimientos que tenemos en España para la adaptación a los nuevos escenarios de la industria y el riesgo derivado de la destrucción de empleos.


El tercero es un artículo publicado en El Economista, que hace referencia a un libro de Alfredo Vela, La Ruta del Empleo, publicado por InfoJobs., en el que habla de que el sistema educativo y el trabajo estarán cada vez más alejados, que el número de personas inempleables será más elevado y que se vislumbran cambios profundos en el Mercado Laboral en los próximos años, más concretamente poniendo como horizonte el año 2025
Observo cierta confusión en algunos de los factores del actual Mercado de Trabajo.


En primer lugar en el binomio Empleadores y Buscadores de Empleo. Se viene diciendo hace un tiempo que se quedan muchos puestos sin cubrir, lo que lleva al escepticismo de los primeros, por pensar que se debe a falta de motivación y no a sus dificultades en analizar lo que pueden aportar los que concurren, y a la ansiedad de los segundos por no poder demostrar su interés y competencia por ocupar esos puestos, sin plantearse cómo adaptar sus conocimientos a las nuevas realidades del Mercado.


El segundo escenario que me preocupa se refiere al de las personas que, con un bagaje de competencias muy alto, no encuentran empleo porque se corresponden con puestos que han dejado de tener importancia y necesidad de ocupación. ¿Hacia dónde dirigir sus esfuerzos para conseguir nuevas competencias si hablamos de que algunas profesiones en la actualidad no existen?; ¿Cómo poder transferir las competencias de conocimiento que han adquirido durante años, a otros sectores y ser así susceptibles de ser empleados de nuevo?


Otro colectivo que me preocupa es el que se refiere a jóvenes en búsqueda de primer empleo, pero a los que resulta difícil conseguir la experiencia porque se demanda en casi todos los puestos, convirtiéndose así en la pescadilla que se muerde la cola.


¿Qué decir del colectivo femenino?. Todos tenemos claro que necesitamos que aumente la población en España y debemos arbitrar medidas laborales que lo favorezcan; pero habitualmente pensamos que eso lo debe hacer el vecino: ya sea en forma de Administración Pública o de Grandes Empresas, cuando resulta que son los emprendedores y las Pymes los que generan más del 70% del empleo en España. ¿Cómo conseguir concienciar de la necesidad de facilitar la conciliación de la vida laboral con la familiar?
La enumeración de todas estas situaciones de confusión es mucho más prolija de lo que se puede hacer en un Post. Pero lo que tengo claro después de haber reflexionado mucho sobre el tema es que ha de ser la propia iniciativa privada la que ayude a mitigar el problema.


Por ello, he pensado crear en Linkedin un grupo, denominado Grupo de Mejora para la Empleabilidad, en el que generar una dinámica que permita resolver algunas de estas situaciones. Te invito a que te apuntes e iremos avanzando.
 

José Luis Morte – Director de RH Asesores Zaragoza

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